lunes, 26 de octubre de 2009

rentrée de la chorale

coucou, juste un petit mot pour vous dire que la chorale a repris à Tarbes. Nous avons attendu tout le mois de septembre pour enfin revenir chanter début octobre. Le chef nous avait réservé un chant tiré de West Side Story "Somewhere". Tout le monde s'y est mis avec plaisir et surtout moi qui adore cette comédie musicale. J'espère que tout le monde va bien là-bas dans le sud. Et vous vous avez repris le chant ?
Bises
Claire

sábado, 25 de abril de 2009

GRACIAS PAR TOUT

y es que loo más que sé decir en francés es "Gerard Depardieu"...

Mis queridos amigos y amigas:

os escribo para agradecer sinceramente a Alfonso por la creación de este blog. Una forma más de acercarnos...interesante, interesante. También quería mandar un abrazo de corazón a todos los que  han formado "UnPocodeCoro" (¿habéis probado a pronunciárlo muy rápido, muchas veces seguidas y muy bajito...como si estuviérais susurrando?...sale un ritmo marcadamente celta...) y la alegría que supone para mi trabajar codo a codo (que no a codazos) con cada uno de los estais ahí...gracias. Y también al maravilloso coro frances y a Henri pues no solo he disfrutado lo poquito que he estado con vosotros sino que he aprendido mucho compartiendo un poco de coro. 
Bueno, creo que este domingo nos volvemos a ver...¿os atrevéis?...veamos cuales son nuestras próximas aventuras.
un abrazo de esos que te levantan del suelo,

David
nota: las magdalenas estaban buenísimas y recuerda mi querida Helena: las magdalenas estaban expresamente dirigidas para el excelentísimo director de la Coral jajajaja!!!

viernes, 24 de abril de 2009

del coro al caño


Puesto que amplia es la plaza, tengo el atrevimiento de poner una canción y una historia a modo de pequeño homenaje a mi abuelo, a su compañero Joaquim Perdigao y a todos aquellos que creen que otro mundo es posible.
Vu que cette place est large, j'ose de vous presenter une chanson et une histoire en guise d'hommage à mon grand-père, a son compagnon Joaquim Perdigao et à tous ceux qui pensent que c'est possible un outre monde. (Desolé pour la salade de fautes d'ortographe et pour la manque du temps. J'espère que Mr. Google saura bien traduir et ne pas traïr)


Fernando José Salgueiro Maia
Abril 1944-Abril 1992

En el decisivo enfrentamiento de la calle del Arsenal, su sangre fría dio la victoria a la Revoluciónde los Claveles. Su serenidad frente al soldado que le apuntaba con la ametralladora de un blindado hizo que éste no pudiera apretar el gatillo. Esta serenidad, por un momento, congeló la historia.
Fueron el corage del joven capitán de las fuerzas rebeldes, la falta de decisión del comandante al mando de las tropas salazaristas y, sobre todo, la negativa del soldado a disparar, los factores que determinaron el feliz desenlace de aquella situación.
Así fue como se decidió el destino de la Revolución.
Un país comenzaba a andar.
Maia descansa en paz en Castelo de Vide.
Foto tomada el 25 de Abril de 1974 porAlfredo Cunha.


El hombre que no mató a Salgueiro Maia
"Además, considero que los que obedecen justifican la existencia de los que mandan ."
José Reyes Fernández: De Cómo Burlé al Ejército dos Veces y aún así Regresé de Cádiz Hecho un Hombre.


El 25 de Abril de 1974, tras la acordada señal de la conocida canción de José Afonso en Radio Renacimiento, varios destacamentos portugueses se alzaron contra la dictadura militar que sustituyó a la de Salazar (incapacitado para el gobierno en 1968). La revuelta fue organizada por oficiales de baja graduación (que la historia reconoció después como “los Capitanes de Abril”). Uno de ellos, Salgueiro Maia, condujo su columna desde Santarém hasta la misma Plaza del Carmo, frente a la sede del gobierno. Antes de que se rindiera éste, tuvo lugar un curioso suceso cerca de allí, en el Terreiro do Paço. En la película de María de Medeiros (Capitanes de Abril) se supone que es el mismo General Pais (director de la PIDE, la temible policía política del Régimen) quien protagoniza parte de este suceso, pero parece que en realidad fue el General de Brigada Junqueira dos Reis, leal al gobierno, quien cortó la Calle del Arsenal con un grupo de tiradores, el Regimiento de Caballería nº 7 y dos blindados, y conminó a los rebeldes a rendirse. Hasta él se acercó el muy joven Teniente Alfredo Assunção para exponerle la situación. Como única respuesta, el Teniente recibió tres puñetazos del General. Assunção no los devolvió. Encajó como pudo y volvió a sus posiciones.
Entonces Salgueiro Maia fue el que se acercó a mitad de camino entre sus posiciones y las de Junqueira dos Reis.
Es fascinante el personaje de Fernando José Salgueiro Maia, que murió en 1992, víctima de un cáncer, sin haber recibido ningún reconocimiento oficial por su participación en esa revuelta. Tras el golpe militar y el derrocamiento de la dictadura se negó en redondo a formar parte del nuevo gobierno y se reintegró a su unidad. Pero hoy no quiero hablar de él. Ya la historia lo ha mencionado mucho, y con toda justicia, ya que fue uno de los principales protagonistas de ese pedazo de la historia.
Junqueira dos Reis conminó a Maia para que se acercara hasta su retaguardia, y éste se negó, respondiendo que quería que el General se acercara hasta él para hablar en las mismas condiciones. Entonces Junqueira dos Reis se dirigió a uno de los alféreces que ocupaban la torreta de uno de los dos blindados y que empuñaba una ametralladora pesada y le ordenó que disparara sobre Maia.
Y esto, sólo esto, es lo que me anima hoy a escribir: Ese hombre se negó. Bajó de la torreta y fue inmediatamente detenido. Si la revolución de los claveles hubiera fracasado, habría sido, sin duda, fusilado. Pero ante su negativa, el otro soldado que ocupaba la torreta del blindado adyacente se quitó el casco y se bajó de su puesto. Y los tiradores se echaron el fusil al hombro y, dejando a Junqueira dos Reis gritando como un descosido (dio dos tiros al aire, incluso), se dirigieron a hablar con Maia. Y, según parece, un momento después volvían a su puesto, se montaban en los blindados y se unían a la columna de Maia.
La Revolución de los Claveles se saldó, finalmente, con cuatro muertos, todos civiles (desde una ventana de la sede de la PIDE alguien disparó con una ametralladora sobre la gente congregada ante su puerta).
Me ha costado encontrar el nombre de ese alférez, el hombre que no mató a Salgueiro Maia. Se llamaba Fernando Sottomayor.
Que no se pierda de la memoria el nombre de la gente que debe ser recordada. Que no se pierda. Nuestro concepto de la civilización puede depender de ello.
Tomado de http://lazonafotica.wordpress.com/2006/11/02/el-hombre-que-no-mato-a-salgueiro-maia/

Fernando Sotomayor
"Muchas veces me pregunto cómo fui capaz de hacer algo así".

El informe de la operación "Fim Regimen" cuenta que a las 10h45 del 25 de Abril de 1974 en la Ribeira das Nuas, junto al Terreiro do Paço,el alférez Fernando Sotomayor, al mando de un pelotón de carros de combate M47 del Regimiento de Caballería nº 7, se negó a obedecer la orden del general de brigada Junqueira dos Reis de disparar contra el capitán Maia. Ni tan siquiera el
hecho de tener una pistola apuntándo a su cabeza,consiguió que el joven oficial abriese fuego contra el comandante operacional de la Revolución de los Claveles. Por esta acción de desobediencia fue puesto inmediatamente bajo arresto por orden del general, 2º comandante de la región de Lisboa y responsable de las fuerzas que trataban de detener a la columna que venía de Santarem. Esa negativa evitó un baño de sangre entre los soldados portugueses y abrió el camino de la victoria a la Revolución de Abril.

Sotomayor a la izquierda. Foto tomada por Paulo Morais/lusa el 19 de Abril de 2009

"Muchas veces me pregunto cómo fui capaz de hacer algo así. Felizmente, todo salió bien" -recuerda 35 años después-. Incluso si su acción ha sido objeto de varios documentales y de la película de María de Medeiros, Capitanes de Abril, Fernando Sotomayor siempre ha estado al margen de las conmemoraciones de la Revolución y del protagonismo mediático hasta este año: Hace pocos días, el 18 de Abril, en Maelhada, compartió almuerzo con muchos de los ex-oficiales de la columna de Salgueiro Maia que salió de la Escola Prática de Cavalheria de Santarem. Sotomayor se sentó junto a los hombres que estaban entonces "del otro lado", comía junto a esos mismos hombres contra quienes no disparó y que 35 años después han querido homenajearlo e integrarlo en el lado de quienes acabaron con 40 años de dictadura en Portugal.
35 anos para encontrarlo, y ahora, 18 de Abril de 2009, aquí está.
Que su nombre no sea olvidado.

La historia reciente de Portugal nace en la calle, en la Ribeira das Nuas, en el momento en que un jóven alférez desobedece una orden. Este hecho pasó desapercibido tanto en el país vecino como entre nosotros. Pienso que un hecho, entonces, tan insignificante, no podía ser sospechoso de convertirse en el fiel de la balanza que indicase a todo un pueblo el camino hacia la libertad. Creo que 35 años es mucho tiempo para sacar del anonimato a un alférez que se negó a obedecer una orden.
Pienso que es hora de decir que estamos ante uno de los más grandes hombres de la historia reciente de Portugal: Su nombre es Fernando Sotomayor.
El hombre que no mató a Salgueiro Maia
El hombre y el nombre que deben ser nombrados y recordados.

miércoles, 22 de abril de 2009

Traducida la preciosa Historia que envió Sylvie.

Sylvie envió una preciosa Historia inventada por ella, creada al volver a Francia después del encuentro con Un poco de coro. Ayer, en la clase de francés, tradujimos este cuento que ahora compartimos con todos vosotros. Esperamos que disfrutéis al leerlo tanto como nosotras disfrutamos al traducirlo.

"Clémence subía hacia el castillo. Bañado en una bonita luz, a la vez macizo y etéreo, colgado en la cima de una colina de pinos y piedras doradas por el sol. Clémence pensó que estaba en España y que caminaba hacia un castillo en España, pero que la expresión inglesa "un castillo en el aire", se adaptaba también perfectamente al cuadro que se ofrecía a sus ojos. Todo esto era bonito, apacible. Ella atravesó la villa medieval, la villa alta. Unas largas calles estrechas bordeadas de casas blancas ofrecían bonitas perspectivas, abriendo en el campo largos pasillos de sombras y luces que terminarían su carrera aquí sobre un campo de amapolas, allí sobre una pradera, allá sobre el cielo.
Clémence subía hacia el castillo con un paso tranquilo. Ni un alma. La ciudad dormía todavía en el exterior de las casas. La cuesta se acentuó poco a poco a medida que ella subía, disminuyendo la amplitud de su paso. Un perro, echado sobre un charco de sol, la miró pasar lo más apaciblemente del mundo. Clémence dudó si acariciarlo, le habló dulcemente, siguió su ascensión. Oyó entonces un débil sonido cuya musicalidad la sorprendió. ¿Salía esto de una radio por alguna ventana abierta? El sonido aumentó. Unas gentes cantaban en algún sitio. ¿A esta hora? Clémence calmó su paso, el ruido de sus zapatos sobre el pavimento desunido, para oir mejor. Le pareció que se dirigía en la dirección de los cantos. Su corazón se aceleró. Una emoción súbita la invadió.
Al final de una calle, desembocó en una placita habitada por una iglesia. Clémence compredió que los cantos venían de allí. La puerta de la iglesia estaba abierta. Ella se acercó suavemente, entró. Delante del altar, en los bancos, en los pasillos laterales, unas mujeres, unos hombres, unos niños, cantaban. Clémence, tan encantada como intimidada, osó ir a calmar su falta de aliento en el último banco de la iglesia. Se diría que mil coros se habían encontrado aquí. Clémence cerró los ojos, se dejó llevar por los cantos...
Y entonces todo se paró. Clémence abrió los ojos: ella estaba sóla en la iglesia. Estupefacta, salió al atrio, donde un ruido ensordecedor le hizo cerrar de nuevo los ojos vertiginosamente. Un hombre la zarandeó: "Mi pequeña señora, ¿quiere usted ser atropellada?" Clémence miró al hombre que le invitaba a quitarse del medio de la calle. Un coche pitó, un conductor le llamó la atención. En frente de ella, las Galeries Lafayette absorbían y vomitaban la multitud. Buscó con los ojos el castillo, la iglesia, alguna cosa que le dijera que no estaba loca. Nada. Sólo un perro, tirado en la acera, la miró con lo que le pareció ser compasión. Clémence reconoció Tarbes, la ciudad que habitualmente habitaba, la calle Foch, y cuando la lluvia comenzó a caer, comprendió que había soñado despierta, tuvo una ausencia, había entrado en una de esas burbujas del tiempo que nos hacen ver unas calles que desembocan en el cielo, unas iglesias llenas de cantos compartidos. Castillos en España y casas alrededor habitadas de sonrisas y de luz."


Notas:
1. En Francia "hacer o construir castillos en España" significa lo mismo que en España, "hacer castillos en el aire". Sylvie ha jugado con esta expresión a lo largo de su Historia.
2. Las "Galeries Lafayette" son el "Corte Inglés" francés.

Bonita, ¿verdad?

Gracias a Sylvie por regalarnos esta historia y Gracias a Paz por ayudarnos a traducirla.
Participamos en la traducción: Clara, Dolores, Ana, Pepa, Lourdes, Esperanza, Paz.

Confío en que hayamos hecho una traducción fiel a lo que Sylvie quería transmitirnos.
Besos para todos
Esperanza

martes, 21 de abril de 2009

article de presse

Hola, voici un petit article de presse paru dans la presse française qu'Henri nous a fait parvenir. Reprise de la chorale hier soir avec toute la chorale ou presque... Histoire de se remettre en selle sur la portée...au son de "Siyamba" entre autre... ou de "Lean On Me". Voilà, pour les nouvelles. See you later aligator.

domingo, 19 de abril de 2009

En guise de mercis

Recogiendo la invitación hecha por Sylvie sobre la traducción de su bella historia publicada en una entrada anterior, me limitaré a traducir su mensaje, dejando la traducción de la historia para el curso de francés de Paz.

En guise de mercis
Tous les mercis ayant été conjugués bien mieux que je ne saurais le faire, tout le monde étant rentré à bon port la tête pleine de souvenirs, les espagnols ayant repris leur vie sans nous, j'apporte mon obole à ce blog tout neuf avec une petite histoire qu'il me semble presque avoir vécue. Je fais confiance à Pascale ou Alfonso pour traduire cette histoire en espagnol, mes compétences en la matière se limitant à des conversations de politesse. Bisous à toutes et tous.
Sylvie

Habiéndose sido expresados todos los agradecimientos, mucho mejor de lo que sabría hacerlo, habiendo llegado todo el mundo a buen puerto con la cabeza llena de recuerdos, habiendo vuelto los españoles a su vida sin nosotros, aporto mi óbolo a este reciente blog con una pequeña historia que me parece haber casi vivido. Confío en Pascale o Alfonso para traducir esta historia en español, mis competencias en la materia se limitan a conversaciones de cortesía. Besos para todos y todas.

jueves, 16 de abril de 2009

imagenesamigas